La evaluación de la cultura empresarial es clave  si usted está considerando una fusión o adquisición de una compañía. Mediante la comparación de las fuerzas de ventas de las dos empresas, se puede ver cómo se comportan con sus clientes. Esto vincula estrategias de negocio a la cultura y da prioridad a lo que es importante impulsar para el rendimiento en la dirección que los líderes quieren.

Los analistas minuciosamente revisarán presupuestos, activos, proyecciones antes de la fusión o adquisición de empresas. Pero el ajuste cultural es una de las zonas más olvidadas del análisis antes del cierre de un acuerdo.

Más allá de la cultura nacional o local donde está la empresa, de lo que realmente se está hablando es de la cultura organizacional y si esta cultura engrana con la cultura del comprador.

Cuando se tienen dos organizaciones que tienen dos culturas, la cuestión no es realmente acerca de lo diferente o lo similar que estas dos son; es principalmente acerca de la comprensión de cómo se mueve hacia la cultura que encaja con su lógica de negocios.

Los líderes de recursos humanos deben tener una inmersión profunda para descubrir donde las empresas pueden ser integradas, como por ejemplo en cómo se manejan las compensaciones y beneficios. La forma como los líderes se comportan es un factor clave para la cultura.

Para evaluar la cultura de una empresa es aconsejable ceñirse a una metodología, como lo es el uso de inventarios de competencias y evaluaciones al equipo para medir capacidades claves en los empleados. Lo que es realmente útil para identificar la cultura deseada y el tipo de comportamiento que se desea alcanzar. A partir de estos comportamientos se define como se va a conducir la cultura general de la empresa.

La sociedad absorbente puede obtener una ventaja competitiva si las empresas trabajan juntas para tomar lo mejor de ambos y crear mejores cosas. Esto ayuda a los empleados a sentirse más cómodos y entusiasmados con la adquisición.