¿Le suena familiar frases como: “Algunos de mis mejores amigos son ellos” o “Sé exactamente cómo te sientes”?
Estas son algunas de las tantas cosas que las personas dicen bien intencionadamente, lo que no saben es que depende el contexto puede volver tosca una situación. Las palabras importan, las tenemos que elegir sabiamente.
A menudo no hay mala intención pero el impacto siempre prima sobre la intención, incluso cuando la persona no pretende ser hiriente. A veces las personas tropiezan verbalmente sobre sus pies tratando de establecer un nivel de familiaridad con alguien de un grupo diferente.
El resultado, sin embargo, es que la otra persona puede sentir que él o ella son tratados como sólo un estereotipo. El mensaje que se oye es "Si sé que uno de ustedes, sé cómo tratar a todos ustedes."
Cuando escuche a alguien hacer un comentario despectivo, inicie una conversación acerca de cómo incluso los comentarios a primera impresión pueden ser hirientes. Como departamento de recursos humanos, esto no se puede hacer todo el tiempo ya que demandaría gran parte de la jornada laboral, pero si se debe hacer énfasis cuando más sea necesario.
Se aconseja a los asistentes utilizar estos recursos para mediar en conflictos:
- Respirar: esta relaja y le da un pensamiento coherente en lugar de crear un comentario desencajado.
- Reconocer: pensar en lo que la otra persona ha dicho, esto significa que usted también oye así no este de acuerdo.
- Responder: con calma, la diferencia entre “responder” y “reaccionar” es que la segunda es más visceral.
Esta simple estrategia cambia la calidad de vida de las personas y el ambiente en sus trabajos.
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