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Cómo dar las malas noticias

La sabiduría convencional nos dice que la mejor manera de dar las malas noticias a los empleados es ser objetivo y mantener una actitud positiva, pero eso puede destruir la confianza de los empleados por lo que es difícil trabajar juntos en el futuro.

Piense en cómo le daría una mala noticia a un amigo suyo: con empatía, con compasión y tal vez un poco de amor o ser duro si la situación lo requiere y use esto como una guía de manejo de la conversación con un empleado.

En los negocios como en la vida, la gente ha sido enseñada a buscar los resquicios de esperanza y oportunidades que vienen con cada desafío. Sin embargo, cuando estamos dando malas noticias, alguna de las partes está perdiendo algo y cuando las personas experimentan una perdida necesitan tener un espacio para asimilar las cosas y recomponerse.

Mostrar su identificación mediante el uso de frases como "Sé que esto es triste para usted", "Siga adelante y tómese un momento", y "Cuando esté listo, vamos a seguir".

Los empleados no quieren escuchar a la lógica del momento en que se enteran de una noticia que no es de su agrado. Para estos casos la objetividad no es la mejor herramienta.

Cuando usted tenga credibilidad los empleados creerán lo que les dice. Este es el factor más importante para construir confianza con los demás. Pero ser creíble es algo más que tratar de ser visto como un experto, se trata de veracidad. Es incomoda la comunicación de malas noticias por lo que es natural que usted quiera evitarlo, las personas a menudo tienen que escucharlo para que puedan aprender y crecer. Cuando este proceso se hace bien por un momento la persona creerá que la noticia que está recibiendo no es mala.

Estos son algunos pasos para lograrlo:

Establecer fiabilidad.
La fiabilidad es acerca de la acción y si otros creen que va a hacer lo que está diciendo. Para reforzarla sea consistente con todas las partes interesadas.

Establecer intimidad.
Esto puede parecer extraño para dar consejos profesionales de recursos humanos, pero en este contexto equivale a la intimidad de seguridad. ¿En qué medida son capaces de construir una relación y crear una sensación de comodidad? Esto implica permitiéndose ser vulnerables frente a los demás.

¿Cómo saber cuándo no se está listo para ser un buen líder?

Convertirse en un líder no es asunto sencillo, ya que debe tener ciertas actitudes que lo lleven al cumplimiento de resultados.

Así que a continuación encontrara ciertas actitudes que si las tiene como posible líder, de seguro debe evaluarlas para asumir el cargo.

Falta de profesionalidad: Existen ciertos  comportamientos que lo hacen ver como poco profesional; las reglas socialmente establecidas  como el compromiso, la objetividad y el cumplimiento de acuerdo a los parámetros de conducta y moral deben ser cumplidos y verse siempre como una persona íntegra y objetiva en su cargo .

No sabe escuchar: Como característica principal de un  líder de Recursos Humanos es la escucha, la empatía y  calidez humana para con su equipo de trabajo .Un verdadero líder debe saber ubicarse en el lugar de sus colaboradores para así entender sus necesidades y preocupaciones.

Ser mandón: Ser mandón no es sinónimo de ser un buen líder o un buen jefe, recuerde que se puede dirigir un equipo de trabajo dirigiendo y guiando a los objetivos planeados de la forma más amigable posible.

Falta de decisión: Un líder tiene autoridad para tomar decisiones sea grande o pequeña la circunstancia .La inseguridad a la hora de cualquier decisión generar desconfianza en su equipo de trabajo y lo verán como una persona con poco carácter para delegar y asumir funciones.

No ser objetivo: Se sabe que por naturaleza no toda  tenemos empatía con todas las personas, por lo tanto hay ciertas personas con las que nos sentimos  más identificados y hasta se generan lazos de amistad, ¿Pero qué pasa cuando la falta de objetividad afecta el clima laboral? Allí es donde se debe corregir y premiar a todos de la misma manera. Sin llegar al favoritismo.

Poco Observador: Un buen líder debe estar atento a las actitudes, talentos y problemas de cada integrante de su plantilla debido a que estas actitudes o circunstancias afectan el cumplimiento del crecimiento de la compañía.

Véase También: 7 funciones clave del departamento de recursos humanos