Una empresa representa un escenario en el cual las personas aprenden a relacionarse y a pertenecer a un grupo, asimismo a desempeñarse a nivel profesional; adicionalmente brinda la posibilidad de adquirir recursos económicos para la satisfacción de las exigencias del mundo actual.
Tener un trabajo se ha vuelto en una necesidad y privilegio del ser humano pero se encuentran distintos factores que hacen que las personas decidan renunciar a este, entre los más comunes se encuentran:
• Poco crecimiento profesional dentro de la empresa.
Las personas deciden buscar un lugar donde se les brinde la posibilidad de ser promovidos y afrontar nuevos retos, también de aprender nuevas habilidades con el fin de ascender en la escala laboral y personal; si el trabajador siente que no tiene movilidad en estos sentidos posiblemente esta será una causa potencial como motivo de su renuncia.
• Mal clima laboral.
Esto se considera cómo las personas perciben a su empresa entorno a las relaciones que allí se desarrollan entre funcionarios y que se pueden ver afectadas por problemas de diversas índoles. El papel de la empresa es detectar oportunamente estas falencias con el fin de mantener un sano ambiente dentro de la organización.
• Exceso de trabajo.
El mundo contemporáneo exige personas “multitareas” en las empresas, que puedan realizar una gran cantidad de trabajo afectivamente; esto en ocasiones se debe a la falta de presupuesto de las empresas para contratar una amplia plantilla de personal, lo que ocasiona que las personas disponibles se tengan que encargar de más cosas a la vez; por lo tanto una sobrecarga de trabajo.
• Desmotivación.
Las causas de la desmotivación en el puesto de trabajo pueden ser causadas por diversas índoles pero básicamente las personas buscan sentir que su trabajo y sus aportes son valorados o tenidos en cuenta y al no ser así, cambia su percepción respecto al papel que ejercen en la empresa. Otra causa frecuente de renuncia suele ser las largas distancias que las personas tienen que recorrer para llegar a sus lugares de trabajo, lo que implica un desgaste adicional en su día a día y que su tiempo libre disminuya por lo tanto afectando su calidad de vida.
A la vez existen factores adicionales que alientan al empleado a tomar dicha decisión, bien sea por problemas personales que le impidan seguir asistiendo a la empresa o por problemas con sus superiores dentro de la organización. Para ello es importante que la comunicación entre empleado y empleador sea eficiente con el fin de que esta decisión sea oportunamente informada para que la empresa consiga su reemplazo oportunamente sin afectar la operación de la misma.