Adultos en edad de trabajar en Inglaterra pasan un promedio de 9,5 horas por día sentado. Esto se agrava si el entorno de trabajo es una oficina, o un trabajo que implica conducir por períodos largos, o cualquier otra configuración que limita el esfuerzo físico.
Para aquellos en los cargos donde la oportunidad de estar activo es limitada, hay riesgo de ser infeliz, desmotivado y con mayores niveles de estrés. Aquí es donde las empresas tienen el poder de cambiar la vida de los empleados en riesgo, proporcionando oportunidades para hacer ejercicio o pausas activas durante la jornada laboral.
Haciendo trabajo físico en el trabajo
Todos conocemos los beneficios de llevar una vida activa, pero a menudo una combinación de trabajo, compromisos familiares y sociales, a muchos les resulta difícil tomar el tiempo para hacer ejercicio. Sin embargo, las personas que están en buena forma física no sólo tienden a ser más saludables y felices, pero también con menos estrés. Para combatir esto, se puede ofrecer oportunidades para estar activo durante la jornada de trabajo. Una forma ideal de dedicar tiempo para hacer ejercicio con una rutina regular.
Los beneficios de un programa de ejercicio podrían encajar dentro de la jornada de trabajo, influyendo en la moral como una prioridad. Mientras que la asistencia sanitaria se ofrece como un beneficio voluntario para algunas funciones, la gimnasia laboral puede limitar el tiempo pasado fuera del trabajo debido a la enfermedad, así como hacer la jornada de trabajo más agradable.
Es importante que las empresas creen entornos de trabajo que no sólo sean inocuos y aptos para el trabajo en cuestión, sino también dando un valor añadido y asegurando que los empleados se sientan inspirados y atendidos.
Esto puede hacer toda la diferencia en cuanto retener y atraer nuevo personal. Es importante reconocer esto y saber que mientras el estrés y las enfermedades profesionales no siempre pueden evitarse, frente a los riesgos, la adopción de medidas es vital.
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