La empatía es una habilidad interpersonal que puede ser vista como parte de la inteligencia emocional.
Los profesionales del campo de las ciencias de la salud, que muestran altos niveles de empatía tienden a obtener una mejor adherencia al tratamiento de sus pacientes y mejores resultados en los mismos. Y más allá de la atención sanitaria, la empatía se asocia con mejores relaciones personales y un comportamiento social más exitoso.
En su forma más completa, la empatía implica la comprensión de la emoción de otra persona, sintiendo la emoción y responder adecuadamente a ella.
Estos tres aspectos de la empatía constituyen la cognición empáticas, las emociones y la conducta.
Algunas personas son buenas en la comprensión de las emociones de los demás, pero no para sentirlas o comentar sobre estas. Entonces, ¿podemos enseñar a la gente las piezas que les faltan?
Naturalmente aprender la empatía
Las personas antisociales o narcisistas de la personalidad tienden a tener deficiencias de empatía. Lo mismo ocurre con las personas con autismo o esquizofrenia. También hay muchos niños y algunos adultos sin un diagnóstico mental y que son bajos en la empatía.
Algunas personas están genéticamente inclinadas a ser muy empático o no. Pero en general, esta habilidad es aprendida desde la temprana edad, través de la observación de cómo otros lo muestran.
Podemos estar en el extremo receptor de las expresiones de empatía y llegado a valorar por los beneficios emocionales que tenía para nosotros. Entonces podemos mostrar empatía nosotros mismos y recibir una respuesta positiva, tal como un elogio o una sonrisa, que refuerza nuestras acciones.
Algunos niños son más afortunados que otros con el número de episodios de la empatía que observan y las respuestas que reciben para mostrarlo.
¿Así que podemos enseñar a los adultos?
Investigadores han examinado si es posible aumentar la empatía cognitiva, emocional y conductual a través de la capacitación formal. Los métodos utilizados para enseñar a alguien a ser más empático son en muchos aspectos similares a los utilizados para enseñar un nuevo baile o cómo dar un buen discurso público.
La primera parte implica generalmente la instrucción sobre los beneficios de mostrar empatía, cómo identificar emociones de los demás, la forma de sentir esas emociones y cómo hacer comentarios sobre ellos apropiadamente.
A continuación proporcionar modelos de una persona que muestra empatía en respuesta a algo que otro ha dicho o hecho. La situación óptima incluye una respuesta positiva a la expresión apropiada de la empatía. El modelo podría fallar a veces para mostrar empatía y posteriormente demostrar una mejor respuesta.
El tercer paso es la práctica de mostrar empatía. Esto podría ocurrir en directo con el entrenador o en línea en respuesta a los comentarios o acciones de otra persona por escrito o de audio. La práctica sería incluir, cuando sea posible, mostrar empatía en situaciones reales fuera de las sesiones de entrenamiento.
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