Cuando se conoce a alguien una de las preguntas más importantes es: ¿Dónde estás trabajando?, esto es porque el mercado laboral define nuestras vidas ya que este ha experimentado transformaciones dramáticas en las últimas décadas. Ya sea por necesidad o por elección económica, ahora una parte de los trabajadores son contratados eventualmente. En pocas palabras se está trabajando con contratistas, trabajadores temporales o la llamada economía independiente.

La tecnología y la globalización han acelerado la capacidad de los empleadores no sólo para mover las posiciones, sino también para desagregar puestos de trabajo en tareas discretas que pueden ser cultivadas a diferentes personas en diferentes momentos.

Sin duda, todo esto tiene enormes aspectos positivos, incluyendo la flexibilidad para que los empleados puedan trabajar cuando quieran y durante el tiempo que quieran. Del mismo modo, la capacidad de los individuos para obtener beneficios económicos de sus temporales para que puedan complementar sus ingresos familiares.

Sin embargo, estos cambios son una calle de dos vías: Si vamos a compartir más libertades, también tenemos que compartir más responsabilidades. Para muchas personas el viejo contrato social del seguro de salud basado en el empleador, la jubilación y otros beneficios de seguros sociales ya no es una opción. La responsabilidad compartida entre empleadores y empleados desarrollados durante los últimos 75 años proporciona una red de seguridad vital importancia para los individuos y sus familias.

Entonces la pregunta es: «¿Cómo podemos modernizar y mejorar un contrato social que fue diseñado para la fuerza de trabajo anterior, para satisfacer mejor las necesidades de la economía actual?»

Esta negociación es un proceso que requiere la experimentación para hacer frente a nuevos retos y viejos desafíos por igual. Incluso en medio de una revolución económica, quizá sobre todo ahora, es esencial reconocer que algunas de las necesidades y derechos de los trabajadores no han cambiado. La gente todavía requiere acceso a la salud y la seguridad de jubilación, así como la protección contra lesiones y la explotación. Tenemos que encontrar formas creativas para aumentar la seguridad económica de los trabajadores eventuales sin menoscabo de la flexibilidad de la nueva economía.

Mayor responsabilidad de fortalecer el contrato social.

Demasiadas personas de ingresos bajos, están recibiendo la peor parte. Para las últimas dos décadas, la economía ha estado en medio de una transformación masiva. Los objetivos del contrato social, incluida la estabilidad y la seguridad, siguen siendo los mismos, pero los caminos hacia el logro de ellos necesitan ser modernizados para satisfacer las exigencias de esta nueva era.

Hacer de la innovación en nuestro aliado, no nuestro enemigo.

Las soluciones a estos retos deben desarrollarse a partir de algunos de los mismos avances tecnológicos y la creatividad empresarial que están impulsando nuevos modelos de negocio.

Diseñar modelos que pueden apoyar las muchas formas nuevas de trabajo.

Los beneficios deben estar unidos a los individuos sin importar el número de puestos de trabajo que podrían tener en el transcurso de un día o una carrera.

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