Desde hace varios años resuena en el mundo corporativo el concepto de círculo virtuoso y es que las formaciones empresariales siempre están en busca de manera idóneas con las cuales sus equipos brinden lo mejor de sí y permitan el crecimiento colectivo.

Los círculos virtuosos, son entonces, el crecimiento conjunto que tienen los individuos a través de un potenciamiento social y que desemboca en resultados exitosos a nivel general.

Aunque este concepto resuena con potencia en ocasiones resulta difícil saber cómo construir un círculo virtuoso en las compañías y qué características tener en cuenta al momento de construir prácticas formativas que estén vinculadas a este concepto. 

En el círculo virtuoso, los detonadores son parte fundamental del proceso de formación, ya que a través de ellos, las personas estarán dispuestas a construir aprendizaje de manera colaborativa lo que, a su vez, desemboca en mayor confianza, motivación y posibilidad de cambio. Si bien los detonantes son esenciales para empezar a construir un círculo virtuoso, es necesario también, tener presente que estos cambian y las situaciones inesperadas están a la vuelta de la esquina, por lo que es vital tener claridad respecto a que dado que las condiciones pueden cambiar, los detonantes puede que no sirvan en el futuro y deben ser modificados.


Los círculos virtuosos pueden ser considerados como importantes cuando las relaciones sociales, la participación en eventos y el desarrollo de actividades internas arrojan resultados benéficos para el grueso de la compañía.  A diferencia de los círculos viciosos, en los círculos virtuosos, lo que está al frente es el interés de cambio y desarrollo, por lo que las personas que participan en estas actividades están dispuestas a la adaptabilidad y el cambio.

Características del círculo virtuoso 

Algunas de las características más importantes para implementar y/o desarrollar círculos virtuosos son: 

  • Comunicación: la compartimentación laboral es uno de los grandes problemas que las compañías enfrentan. Construir una comunicación fluida, asertiva y directa  es el primer paso. Conocer a profundidad y de manera amena cuáles son las necesidades de los colaboradores es la manera de hacerlo diferente.
  • Interés de cambio: las organizaciones que se atreven al cambio tienen muchas más probabilidades de encontrar el éxito. Si bien fracasar es un temor grande, la disposición al cambio hará la diferencia y marcará nuevos caminos. 
  • Dejar de lado las creencias limitantes: en ocasiones las organizaciones dejan de crecer cuando consideran, internamente, que no pueden hacerlo más. Esta premisa es errónea pues desestiman toda posibilidad de crecimiento, cambio y novedad.

Generar cambios significativos gracias al círculo virtuoso incluye cuatro etapas importantes: creencia, acción, resultados y programación. Estas etapas, están entrelazadas, con las características que deben tenerse en cuenta al momento de iniciar un proceso de cambio.

Formación virtual y círculo virtuoso

Las empresas constantemente requieren de formación interna ya que el conocimiento que han adquirido durante años es garante de su crecimiento y expansión, por ello, es habitual que cada cierto tiempo se desarrollen procesos de formación al interior de las compañías que buscan potencializar el conocimiento y conducir a un cambio dentro de la mentalidad organizacional. En los últimos años, el incremento de las formaciones virtuales ha dejado ver la necesidad de capacitaciones y/o formaciones mucho más ágiles, intrépidas y renovadoras pues la formación empresarial clásica en donde solo una persona externa organiza y tiene el conocimiento ya no funcionan ni conducen a resultados relevantes. 

El círculo virtuoso involucra a todos los colaboradores, para conseguir mejores resultados de manera colectiva.

En el caso particular de las formaciones virtuales, estas tienen que estar atravesadas por metodologías ágiles, innovadoras, inmersivas e incluso irreverentes. Las compañías requieren formalizar sus conocimientos internos, sí, pero también necesitan hacerlo de maneras que desemboquen en resultados antes no esperados, por eso, la selección de proveedores que garanticen resultados novedosos es importante al momento de 

En Latinoamérica, una de las compañías que ofrece servicios inmersivos y de buena calidad es Zalvadora. Su propuesta de formación virtual utiliza el modelo 70:20:10 que se centra específicamente en aprovechar los beneficios del aprendizaje del lugar de trabajo y aplicarlos al aprendizaje en el flujo de trabajo, con la ayuda de su sistema de gestión de aprendizaje (LMS).