Las organizaciones desean darles una “vida financiera saludable” a sus empleados, pero encontrar el plan de adecuación ha sido difícil de lograr. Es generalmente aceptado que el bienestar financiero cae bajo los programas basados en los empleadores que tienen la imagen financiera total para mejorar el comportamiento y las actitudes de los empleados hacia la preparación de emergencias y la jubilación, mientras se mantiene el control sobre los gastos personales diarios.
En términos de tener una estrategia de jubilación, los empleados no pueden hacer frente a un futuro sino pueden hacer frente hoy en día. Ahora, los empleadores tienen acceso a las herramientas existentes en los programas de beneficios y se están formando nuevas asociaciones para proporcionar mejores datos, herramientas y estrategias de comunicación.
Por ejemplo, muchas empresas han aprovechado herramientas tecnologías existentes para mantener registros y ofrecer educación financiera más integral, y no sólo para los ahorros de jubilación. El trabajo principal de registro es que las personas mantengan control sobre su dinero.
Los deportistas no rinden igual si su dieta se basa en comidas rápidas, asimismo la solidez financiera de las personas no crece, si gastan su dinero en cosas innecesarias. Los empleadores no deben trasladar la carga a sus empleados, por el contrario, deben educar financieramente por igual a todos sus miembros.
Los modelos de educación financiera no funcionan por si solos, el éxito de ellos depende de la colaboración mutua de empleados y empleadores.
Mientras tanto, la Asociación Americana de Psicología, ha demostrado que el dinero y las finanzas han sido el principal factor de estrés en las personas.
Pero no solo es importante el aspecto financiero de la vida de las personas, sino también sobre los servicios de salud a los que son contribuyentes.
Asequibilidad y accesibilidad son dos elementos de la atención de salud, que su omisión se traduce en atención racionada. Si los empleadores y dependientes no reciben la atención primaria en salud, es lógico que las reclamaciones en el largo plazo aumenten y la productividad disminuya.
Cuando la gente tiene que gastar su propio dinero, comienza a examinar la necesidad de atención en base a sus percepciones individuales de necesidad, la gravedad y el coste – beneficio.
Una manera para que el empleador asegure que los empleados tengan cuidado con la base de atención primaria, es tener los incentivos para conducir el comportamiento del consumidor y la responsabilidad por la salud de los pacientes.
Sin embargo, este nuevo concepto ha cogido la mayoría de los pacientes – consumidores sin preparación, sobre cómo comportarse en este nuevo mundo.
Se llevará a la educación, herramientas e información. Sin embargo, los empleadores tienen que entender que para aprovechar plenamente todas las ventajas y el valor total de un cambio hacia el consumismo y la participación activa en la salud, deben establecer un clima de trabajo que apoya la salud total de las perspectivas físicas, emocionales, financieros, ambientales y sociales.
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