La colaboración efectiva es clave para ayudar a las organizaciones a alcanzar sus objetivos.

Pero la creación y el mantenimiento de los equipos fuertes es lento de lograr. Hay demasiado trabajo que hacer sobre una base diaria de plazos que cumplir, informes a presentar, jefes de satisfacer. Los comités son frecuentemente vistos como que generan pocos resultados.

Estos son tres pasos para la construcción de mejores equipos:

  1. Comprometerse con los objetivos, funciones y normas para guiar la dirección del equipo.

¿Tiene una visión compartida? Elija metas específicas con objetivos claros y medibles. Tener en cuenta los valores de los miembros del equipo. ¿Qué va a inspirar a ellos? ¿Qué hay en él para ellos?

2. Los roles deben estar bien definidos y deben utilizar las habilidades e intereses de cada persona.

También es importante establecer normas, que son las reglas que ayudan a administrar la comunicación, la toma de decisiones y el conflicto. Incluso cuando pensamos que entendemos, interpretamos mal las intenciones de los demás y no reconocemos nuestros propios supuestos acerca de la forma de trabajo debe hacerse.

Compruebe la alineación entre los acuerdos que hicieron los miembros del equipo y lo que están haciendo en realidad. Debido a que sus comportamientos se convierten en hábito del equipo, que puede ser muy difícil de ver cuando las cosas se ponen fuera de la alineación. Tiene que ser un muy buen observador de su propia cultura.

Con la ayuda de un observador externo podría ayudar a ver las diferencias entre lo que los miembros del equipo están diciendo y lo que están haciendo. O nombrar a un miembro del equipo para hacer de abogado del diablo y hacer las preguntas difíciles. Pero en primer lugar, debe crear un espacio psicológicamente seguro para que los miembros del equipo se sientan seguros de decir lo que piensan.

3. Buscar las fallas.

Dos sesgos comunes con frecuencia conducen a los equipos, salirse del camino. Cuando un proyecto tiene éxito, los equipos rara vez se molestan en investigar los procesos que podrían haber producido resultados negativos bajo circunstancias ligeramente diferentes; esto se llama «resultados sobrevalorados».

Otro sesgo común es la «ceguera motivada», que se produce cuando los miembros del equipo no buscan problemas debido a que sus cheques de pago dependen de la finalización de un proyecto.

¿La solución? La búsqueda de evidencia de que refuta sus creencias para asegurarse de que no está dejando a sus propios intereses nublar su juicio.

Cerrar la brecha entre lo que los miembros del equipo están diciendo y haciendo. Para llevar el equipo de vuelta a la alineación con sus objetivos, determinar pasos pequeños y específicos del equipo, para que puedan volver al camino. Sacar tiempo para trabajar en ellos, y ser realistas sobre los obstáculos que pueden surgir en el camino. Resaltar el impacto positivo que tendrán los cambios.

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