Las necesidades de los trabajadores varían según la generación, la educación y otros factores. A medida que la fuerza de trabajo de una empresa es más joven y sus necesidades financieras van cambiando, más organizaciones están adoptando un enfoque más amplio para ayudar a los empleados que se enfrentan a problemas de dinero como lo es: una deuda de un préstamo estudiantil o para pagar una casa para ayudar a sus padres de edad avanzada.
Muchos empleadores están implementando programas centrados en la «salud financiera», un enfoque que anima a los trabajadores a tomar mejores decisiones, tanto en su planificación financiera general y las decisiones financieras específicas.
Esta transformación de la educación financiera para el bienestar, requiere la participación activa de los recursos humanos con el fin de tener éxito. Se tiene que ser persistente y que sea una prioridad.
La clave es que el empleador participe activamente en este proceso, esto no solo demuestra que la organización está tomando en serio los problemas de sus trabajadores sino que también está ayudando a las personas adecuadas con soluciones adecuadas.
Es importante saber cómo se sienten las personas respecto a sus finanzas, la forma en la que están ahorrando, dónde están invirtiendo su dinero y dónde están buscando orientación.
Los empleadores deben considerar los programas de bienestar financiero personalizado, que se dirigen a aquellos que están en mayor riesgo financiero, dirigiendo a la gente a la guía que les ayudará a la mayoría.
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Personas sólidamente financieras, pero están buscando ayuda.
Estas personas son las que no están seguras de su futuro financiero ya que no tienen hábitos sanos de gasto o ahorro y que no tienen un fondo de emergencia de ahorro. Los temas en los que podrían estar interesados son: cuentas de ahorro de salud, reglas simples para el ahorro y el gasto.
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Personas entre los 18 y 35 años de edad.
A pesar de tener un horizonte de tiempo más largo, la mayoría de estas personas no invierten en el mercado.
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Madres solteras.
Falta de seguridad financiera puesto que asumen con una gran cantidad de gastos y por lo general no logran un equilibrio constante.
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Personas que necesitan vacaciones.
En ocasiones las personas ahorran para gastarlo en planes vacacionales y no se fijan en la solides que tenga respecto a un plan de ahorro en caso de emergencia.
La idea es que las personas se reporten financieramente bien, ya que tienen el control de sus deudas y de sus ingresos. Esto genera confianza al gestionar sus inversiones.
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